Saben que siempre escribo desde mis experiencias, pues quiero HOY contarles, no de lo que nos perdemos a veces por no ser mas amables, sino de lo que ganamos a veces, por serlo.
Siempre, mientas tengamos días, habrán malos días (Díganmelo a mi, que he tenido una pésima semana), pero, si somos algo, o queremos ser algo, debemos intentarlo aun cuando este lluvioso o soleado, ya saben, como las nubes, llueva o solee, siempre son nubes.
Pues, para personalizar mas, debo incluir el contexto. Salimos un poco temprano de la clase de Instalaciones Eléctricas, pues, luego de unos días sin madrugadas, en la tarde, un café cae super bien, mas no mencionare que soy cliente frecuente del café de la Universidad.
Haciendo la Fila para comprar, antes de llegar, veo que un señor de acerca pero va distraído por la vitrina de los postres, yo me detengo tras de el, y le doy el puesto de adelante, después de todo, para mi, ir por un café es parte de mi rutina desestresante; el voltea y me ve, me dice "Hola", yo casi en automático contesto "Hola" con una sonrisa.
El me pregunta si se ha metido a la fila, le contesto que no, que el estaba ahí antes que yo, que haga su pedido sin ningún problema. El muy amable me sonríe y me da las gracias.
Cuando hace su pedido, le dice a la muchacha que lo atiende, que tome el mio, que pagara por lo que yo pida, porque el se metió a la fila, yo me sorprendo y le digo que no se metió a la fila, pero el insiste, así que por no desairar, acepte la invitación. Luego, yo sorprendida, agradecí muchas veces por lo que mis amigos llaman mi "vicio".
Esta mas que claro que lo que se gano el café fue mi amabilidad, y mi respeto frente a una acción que para mi fue tan inocente como simpática.
A veces se nos hace tan fácil pedir comprensión, respeto, amabilidad, entre otras atenciones sin pensar o fijarnos si nosotros mismos las podemos dar.
Saber y observar que en este mundo y cerca de nosotros hay gente que practica este tipo de valores nos da un respiro de esperanza.
Ver que en el bus alguien paga su pasaje aun que no le hayan cobrado, que alguien pide su café con una Sonrisa Extra grande- ambos casos que yo vi-, pedir disculpas por un error pequeño, agradecer un detalle aparentemente pequeño, nos dice que no estamos tan solos, y que nuestro alrededor necesita de nuestro esfuerzo, para ser como realmente queremos que sea, lleno de respeto, cortesía y amabilidad
Siempre, mientas tengamos días, habrán malos días (Díganmelo a mi, que he tenido una pésima semana), pero, si somos algo, o queremos ser algo, debemos intentarlo aun cuando este lluvioso o soleado, ya saben, como las nubes, llueva o solee, siempre son nubes.
Pues, para personalizar mas, debo incluir el contexto. Salimos un poco temprano de la clase de Instalaciones Eléctricas, pues, luego de unos días sin madrugadas, en la tarde, un café cae super bien, mas no mencionare que soy cliente frecuente del café de la Universidad.
Haciendo la Fila para comprar, antes de llegar, veo que un señor de acerca pero va distraído por la vitrina de los postres, yo me detengo tras de el, y le doy el puesto de adelante, después de todo, para mi, ir por un café es parte de mi rutina desestresante; el voltea y me ve, me dice "Hola", yo casi en automático contesto "Hola" con una sonrisa.
El me pregunta si se ha metido a la fila, le contesto que no, que el estaba ahí antes que yo, que haga su pedido sin ningún problema. El muy amable me sonríe y me da las gracias.
Cuando hace su pedido, le dice a la muchacha que lo atiende, que tome el mio, que pagara por lo que yo pida, porque el se metió a la fila, yo me sorprendo y le digo que no se metió a la fila, pero el insiste, así que por no desairar, acepte la invitación. Luego, yo sorprendida, agradecí muchas veces por lo que mis amigos llaman mi "vicio".
Esta mas que claro que lo que se gano el café fue mi amabilidad, y mi respeto frente a una acción que para mi fue tan inocente como simpática.
A veces se nos hace tan fácil pedir comprensión, respeto, amabilidad, entre otras atenciones sin pensar o fijarnos si nosotros mismos las podemos dar.
Saber y observar que en este mundo y cerca de nosotros hay gente que practica este tipo de valores nos da un respiro de esperanza.
Ver que en el bus alguien paga su pasaje aun que no le hayan cobrado, que alguien pide su café con una Sonrisa Extra grande- ambos casos que yo vi-, pedir disculpas por un error pequeño, agradecer un detalle aparentemente pequeño, nos dice que no estamos tan solos, y que nuestro alrededor necesita de nuestro esfuerzo, para ser como realmente queremos que sea, lleno de respeto, cortesía y amabilidad
"La esperanza será la espada que rompa nuestras cadenas"
José Llamazales
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